miércoles, 10 de febrero de 2016

Capitulo 0

El sentimiento al ser rechazada es una de las únicas cosas que jamás lograré describir con suficientes palabras.
Junto con la impotencia al ser callada, impotencia que te inunda al notar como tus gritos pidiendo algo de ayuda estaban siendo ahogados y distorsionados, volviéndolos en esas sonrisas falsas que te forzaban a dibujar en tu rostro.
Las dibujabas bajo tus lágrimas, las cuales continuaban derramándose, pero ahora nadie lograba verlas.

Una historia tan patética que es imposible poder describirla sin ser interrumpidos por ese arrepentimiento que se apodera completamente de tu cuerpo ya indiferente ante palabras hirientes.

Aún si mi odio hacia este cuento se mantiene firme, no puedo evitar la aparición de una sonrisa en mi rostro cuando tu nombre sale de mi boca. Aprendí a sonreír gracias a ti, después de todo.

Todos tenemos sueños, ¿no? Deseos que jamás serán cumplidos, pero la esperanza sigue ahí, alimentándose de la falsa ignorancia que se intenta mantener.
En vez de borrar este odioso relato, desearía que tú estuvieses aquí conmigo, para poder presenciar tu sonrisa como alguna vez lo hice, pero no pude apreciarla.
Y así,


  • Odiaríamos esta historia los dos, juntos.



No parece un mal trato, ¿eh? Pensaba aferrándome a esa mentira que nunca se haría realidad. Suspiraba cada vez que alguien dentro de mi me recordaba aquello.

Mi alma está rota desde hace tiempo, podría venderla sin arrepentimientos.
Llena de heridas, la pobre ya había muerto desangrada. 
Al igual que yo, esa brillante rosa roja que había marchitado antes de florecer.

Pero ya nunca volverá a ver sus mejores brillantes días.
Con esto termino oficialmente las actividades en esta cuenta.

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